domingo, 16 de julio de 2017

2.3.5. Telescopios.

Un telescopio es un dispositivo que posibilita la visualización de algo que se halla a gran distancia, de una manera más detallada que si se lo observara directamente con los ojos. Ofrece, por lo tanto, una imagen agrandada del objeto en cuestión.
Su historia está vinculada a diversos descubrimientos ópticos y físicos. El primero de estos artilugios fue creado en 1608 por el científico alemán Hans Lippershey (15701619). Se trataba de un telescopio refractor con un lente ocular cóncavo y un objetivo de tipo convexo: la refracción de la luminocidad en la lente de estos dispositivos genera que los rayos, que discurren de forma paralela, terminen convergiendo en un mismo punto que forma parte del plano focal.
Con el tiempo surgieron los telescopios reflectores que, en vez de lentes, usaban espejos para concretar el enfoque de la luz y lograr la formación de la imágenes. También hay otros que se llaman catadióptricos y que combinan las propiedades de los espejos y de las lentes.
El primer telescopio astronómico fue registrado en 1609 por Galileo Galilei, quien logró observar al planeta Júpiter, la Luna y diversas estrellas. A partir de entonces, los telescopios fueron la base del desarrollo de la astronomía (la ciencia que se dedica al análisis de los cuerpos celestes).
El diámetro del objetivo (ya sea del espejo o de la lente principal del telescopio), la distancia focal (la distancia existente entre el espejo o lente y el foco donde se ubica el ocular), el filtro (un accesorio que se usa para opacar la imagen del cuerpo observado) y el aumento (el número de veces que puede multiplicarse el diámetro aparente de lo visualizado) son algunos de los parámetros que permiten caracterizar a un telescopio.

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